martes, 19 de abril de 2011

Primer día en Venecia

Hoy, viernes 15, tocó disfrutar de Venecia. Además el día acompañó, pues hizo un día de sol, aunque fresco, muy bueno.

Nos despertamos pronto, aunque nos costó levantarnos, pues los virus seguían con nosotros. Bajamos a desayunar. Como había buffet libre, cogí un poco de todo: zumo, cereales, jamón, queso, salchichón, croissant, yogurt y café. Nadia seguía con la dieta del canario, comiendo alpiste. Y es que los cereales que comía parecían comida de pájaros.

Volvimos a la habitación a tomarnos el medicamento, a lavarnos los dientes y a acabar de prepararnos para pasar el día en Venecia.

Cogimos el vaporetto. Es impresionante el trayecto, ver como te vas acercando a Venecia es indescriptible. Nos bajamos en Zattere, cerca de Santa maría della Salute, donde hay muy buenas vistas del Palazzo Ducale, como las del cuadro de Canaletto.

Después comenzamos a andar sin rumbo. No llevábamos ni mapa ni la guía. Aún así vimos muchas cosas, como el imponente Ponte di Rialto. Allí estuvimos un rato mirando al Gran canal, observando el trasiego de las gentes que por allí estaban.

Otro de los sitios a destacar de los que visitamos fue la archifamosa Piazza de San Marcos. Aunque me decepcionó un poco, pues la basílica estaba en obras y no se podía admirar toda su belleza. La plaza estaba a rebosar de gente. Aquí las palomas son muy simpáticas y se suben a la mano sin problemas, con tal de que les des comida. Incluso en la cabeza, como a una chica que se la posaron como diez palomas entre los brazos y la cabeza.

Al Campanile subimos por la tarde, poco antes de las 18.30, pues a y media estábamos arriba, donde oímos de cerca el sonar de las campanas. Se pagan 8 € por subir, pero merece y mucho la pena por las vistas que hay de Venecia desde allí arriba (60 metros de altura).

También estuvimos en la estación de Santa Lucía. Fuimos a sacar los billetes para Pisa. Ahora entiendo menos lo que nos cobraron ayer, pues de Venecia a Florencia, a Santa Maria Novella, nos costó 86 € y en un tren que solo tarda dos horas (ayer nos cobraron 114 desde Padua...). Y 11 de Florencia a Pisa.

Comimos de restaurante hoy, por 9,90 cada uno, en un restaurante italiano de "chinos". Cuando estábamos viendo el cartel con los precios en la calle, salió una "chinita" (no se si china, japonesa o lo que fuera, pero oriental) que casi nos empujó a entrar. Nos acopló en una mesa al lado de unas chavalucas. Nadia pidió una pizza romana con la ensalada y una coca.cola. Yo un plato de macarrones, con la ensalada y agua para beber. Al poco llegaron un grupo de chavales españoles. Eran como doce, y la mesa que quedaba libre era para seis, pero la "chinita" allí los metió. Cuando estábamos con la ensalada, vino otra "china" para confirmar lo que habíamos pedido. la pizza a la romana y los pennes. los chavales se reían. Mira que venir a Italia a comer pennes... Y es que los pennes son macarrones. Ya los podían llamar macarroni.

Y entre tanto callejeando de aquí para allá, disfrutando de los rincones de Venecia. Cualquier esquina merece una foto. Y al atardecer cogimos el vaporetto. A dormir pronto para mañana estar aun mejor, esperemos.

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