miércoles, 11 de julio de 2012

Flatulence Deodorizer


¿Estás harto de no poder expresar tus sentimientos? Eso es que no conoces Flatulence Deodorizer, un parche que se pone bajo la ropa interior y que absorbe el mal olor provocado por las flatulencias (pedos, sí, PEDOS). Y no solo ocultan el desagradable aroma (dependiendo de lo que hayas comido), si no que además lo convierte en frescor... Eso lo veo más difícil, cambiar el olor de un cocido montañés gaseoso es complicado. 



Imaginemos la situación. Dos vecinos que suben (o bajan) en el ascensor. Uno de ellos, precavido él, se puso antes de salir de casa el Flatulence Deodorizer. Relajado, confiado por llevar bajo sus calzoncillos marca Channo el "absorbepedos", se libera y suelta un cuesco. El otro, ajeno a tal invento, sonríe al sentir un frescor. Los dos ganan.

He estado investigando y resulta que el invento lleva ya bastante tiempo a la venta, pero no sé si por despiste generalizado, porque ya no comemos tan fuerte debido a tanto recorte o qué, que hasta hoy no he sabido de uno de los inventos punteros de este siglo. Por poco más de 11 euros tenéis un Flatulence Deodorizer reutilizable aunque, si lo preferís, los hay de usar y tirar. Diez Flat-D desechables salen a unos 25 euros y se queda uno más tranquilo.


Antes de realizar el pedido, ten claro que el revolucionario producto solo oculta el olor, no el estruendo. Si alguno se esperaba que la pedorreta fuera transformada en una perfumada Norma, o en otra famosa aria de ópera, aun no ha evolucionado tanto el producto. Imagino que estén haciendo pruebas en la NASA para la versión 2.0 del Flatulence Deodorizer. Así que, ojete, aseguraos de que vuestro crimen es silencioso.


A continuación os dejo con el Doctor Brian Conant, quien nos muestra el producto y como queda una vez puesto. Fiaros de él, pues el invento fue posible por ofrecerse como conejillo de indias, ya que le llamaban Conant el bárbaro, de lo bárbaros que eran sus punes.


Próximamente, voy a poner en marcha una quedada nacional, donde seleccionaremos a los mayores liberadores de CO2, uno de cada comunidad autónoma para encerrarlos en un cuarto estanco (estanco por bien cerrado, que la nicotina ya la pondrán ellos) para hacer la prueba definitiva del Flatulence Deodorizer en España.



De nada.

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