miércoles, 14 de noviembre de 2012

'Se veía venir...'

Nunca una huelga general tuvo tanto sentido. A pesar de que sus convocantes estén igual de perturbados que quienes contra la hacen. Los sindicatos cada día tienen menos legitimidad, pero no razón de ser. Los sindicatos deben seguir siendo una pieza clave en la negociación. Su trabajo de intermediario entre patrón y trabajador es muy importante.

Al igual que es importante que un político se dedique a su cargo político por vocación, no por intereses personales. Pero cada día vemos casos de corrupción y pestes que hacen que los políticos se hayan convertido en un problema para lo sociedad española. Cuando deberían ser totalmente lo contrario.

La huelga de hoy a pesar de los sindicatos que la convoquen y/o los partidos políticos que la apoyen  ha de servir para que de una vez por todas se tenga en cuenta al ciudadano. A quien de verdad sufre las consecuencias de esta crisis. Y a quien no está dispuesto a que se le tome más el pelo.

Nos quieren vender la moto de que esta crisis la hemos provocado todos. Como si los miles de desahucadios tuvieran la culpa de quedarse en paro y no poder pagar la hipoteca que en tan ventajosas condiciones les ofreció su banco o caja de ahorros. La culpa fue de quien promovió la idea de que el que no tuviera una casa en propiedad era un paria. Aunque bien es cierto que muchos se creyeron lo que no eran.

Esta huelga tiene que servir para que se reconozca de una vez al pueblo su poder a decidir su devenir. ¿Qué es eso de que tan solo podamos votar a nuestros representantes cada cuatro años para que luego, encima, vengan de fuera a decirnos lo que debemos hacer? Democracia, para quienes luego digan que el latín y el griego no sirven para nada, esta formado por las palabras griegas demos (pueblo) y krátos (poder). Por ende, significa "el poder del pueblo". Un pueblo que no pide una democracia directa, pero que está cansado de la democracia "representativa" y aboga por el término medio: la democracia participativa.

La clase política no puede ser una élite por encima del pueblo. No pueden hacer y deshacer lo que les venga en gana, incumpliendo reiteradamente sus programas electorales. Deben estar en la calle y resolver los problemas de la gente. No los que quiera Merkel...

Pero esto se veía venir. Ya lo predijeron dos abuelucos sorianos hace cinco años. Si no lo habeis visto, el vídeo es una clase acelerada de economía. Ni Harvard, no Oxford, ni la Sorbona. Estos señores estudiaron en la universidad del sentido común. Merece la pena escucharles.




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