sábado, 6 de julio de 2013

Pikes Peak

Hace una semana, Sebastian Loeb conseguía batir el récord en la lengendaria subida a Pikes Peak al volante de un Peugeot 208T16 de más de 800 caballos.


El piloto francés, nueve veces campeón del mundo de rallys, mejoró en más de un minuto y medio la anterior plusmarca, que con 9:46.164 estableció el estadounidense Rhys Millen el año pasado con un Hyundai Genesis Coupé.


La prueba, también conocida como 'la carrera de las nubes', se disputa anualmente desde 1916. Tiene un recorrido de 12,42 millas (19,99 kilómetros) y 156 curvas. La subida arranca a 1.440 metros de altura y termina a 4.300.


El récord de Loeb tiene mucho mérito. Nadie va a descubrirlo ahora como piloto. Es un autentico monstruo. Pero para mí, la subida más espectacular será siempre la que hizo Ari Vatanen en 1988 con el Peugeot 405 T16.


En aquel año, el finés consiguió mejorar el anterior tiempo , parando el crono en marcando un tiempo de 10’ 47” 22 minutos. Es normal que la marca conseguida hace 25 años por Vatanen se haya rebajado en más de un minuto, pues los coches evolucionan. Pero, ¿la pericia del piloto también?


Es por lo que digo que, a pesar de parecerme sorprendente lo conseguido por Loeb, me parece más admirable lo que hizo Ari Vatanen en Pikes Peak hace más de dos décadas. El subir por esas laderas sin apenas asfaltar manejando una bestia de casi 700 Cv... contraluz.


Este año se ha remasterizado el vídeo de la subida que protagonizó el finlandés campeón del mundial de rallys de 1981. Se trata de un corto llamado 'Climb Dance', obra de Jean Louis Mourey y producido por Peugeot, que ganó premios cinematográficos como el Grand Prix Du Film en el Festival De Chamonix, la Silver Screen en el US Industrial Film & Video Festival de Chicago, Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional Du Film d'Aventure Val D'Isere o el Premio de Oro en el Festival Internacional de Cine de Houston. Todos ellos en 1990.

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